La Palabra de Dios enseña que debes ser humilde, reconociendo ante Dios tu culpabilidad al ver que has pecado (¡y mucho!), ofendiéndole personalmente. La bondad de Dios te lleva al arrepentimiento (confiesa los pecados y decide apartarte de ellos) y a confiar en Jesucristo como tu Señor y Salvador.
¿Quién se lleva los aplausos por salvar a un pecador? Sólo Jesucristo. No dependas de tu buen comportamiento para ganarte el Cielo, porque fracasarás irremediablemente.
La Biblia nos da un claro ejemplo: El ladrón en la cruz se arrepintió y puso su fe en Jesucristo.
"Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso." Lucas 23:43.
Te regalamos un curso compuesto de seis lecciones que te permitirán aprender lo que dice la Biblia para que puedas estar seguro de que si mueres, Dios cuidará de tu alma y no irás al Infierno.
Por favor, no dejes que pase un día más sin asegurarte de ser salvo. No hay nada más importante.
"Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" Marcos 8.36.