Por favor, comprende que lo que realmente importa no es lo que te han enseñado los hombres. No será frente a ningún tribunal ni institución humana que todos estaremos en el Día del Juicio, sino frente a Dios.
No queremos decirte sólo lo que quieres oir, sino la pura verdad como es dada por Dios en Su Palabra. Este mensaje no te lo damos para ofenderte, sino a raíz de una preocupación sincera por tí.
Nosotros también fingimos ser cristianos por muchos años, aunque sabíamos que nuestras vidas demostraban lo contrario. Aunque como seres humanos nos gusta decirnos a nosotros mismos que todo estará bien, no podemos negar la verdad.
Si es cierto que una obediencia sincera a Jesucristo demuestra si uno realmente se ha quebrantado por la maldad de sus pecados contra Él, y que ha sido regenerado por el Espíritu Santo, examínate.
¿Es tu vida un ejemplo de un seguidor genuino del Señor Jesucristo quien en humildad dio Su propia sangre por tí?
Si es cierto que nuestros frutos demuestran quiénes realmente somos... ¿puedes llamarte a tí mismo un verdadero cristiano?
Usa este sitio como tu herramienta personal para examinarte.